Los motores que mejor se adaptan a la motorización de
bicicletas ordinarias, son los de buje, por su simplicidad y porque no
necesitan una geometría especial del cuadro para integrarse en la bicicleta.
La opción mejor es elegir el motor de acuerdo a nuestras
preferencias y necesidades y hacer lo mismo con la llanta, pues existe una variedad
inmensa en el mercado. Lo siguiente es radiar el conjunto para así tener
nuestra rueda lista, una rueda motorizada que ha sido diseñada de acuerdo a
nuestros gustos.
El proceso de radiado es de los más artesanales de todos los
trabajos que se pueden hacer en una bicicleta, es un arte de hecho y requiere
tiempo, paciencia y buen hacer.
Comienza decidiendo el patrón de radiado que seguiremos (si
haremos dos cruces, tres, etc.) lo cual a su vez depende del tipo de rueda, del
uso que daremos a la bicicleta, del tipo de frenos, etc. y a continuación calculando
la longitud exacta de los radios que se necesitan y seleccionando el calibre
que deben tener estos.
Si no conseguimos en el mercado la longitud exacta podemos
fabricarlos nosotros mismos a partir de radios de mayor longitud mediante una
máquina de roscado de radios.
Una vez que tenemos todos los materiales, colocamos cada
radio en su sitio siguiendo el patrón preestablecido y comenzamos a dar tensión progresivamente en el banco de
radiado. Para cada rueda hemos de llegar a un valor de la tensión del radio y
estas tensiones deben ser similares en todos los radios.
En el proceso hemos de vigilar el centrado lateral de la
rueda, el centrado radial y el aparaguamiento, que consiste en que el centro
del buje se encuentre en el lugar exacto de acuerdo al tipo de rueda.
El resultado es una rueda bien tensionada y realizada a
medida, que bien cuidada nos prestará servicio durante mucho tiempo.
Saludos
La energía más limpia es la que no se consume