Por ello se
debe prestar atención a la fase diseño, selección de componentes y montaje,
esto último bastante delicado si queremos un producto de calidad y duradero,
también se deberá prestar atención a no someterla a tasas de descarga muy
elevadas, ni a sobrecargas, ni a cargas a tasas altas de corriente, pero no
debemos restar importancia a su alojamiento en nuestra bicicleta.
El alojamiento
ideal sería aquel que reuniese a la vez las siguientes cualidades:
-Con buena integración estética.- Una bicicleta
debe ser estéticamente atractiva –esa es al menos mi opinión- y la batería
suele ser un elemento de tamaño apreciable, por lo que ha de estar bien
integrado también estéticamente.
-Hermético.- Para que no pueda entrar ni
agua, ni polvo, ni humedad (muy peligrosa y siempre presente mediante el vapor
de agua del aire), ni insectos, semillas o pequeños cuerpos, ni ningún otro
agente externo.
-Extraíble.- Que permita retirar la
batería con facilidad y volver a colocarla.
-Fiable.- Con conectores y anclajes seguros
y duraderos.
-Flexible.- A menos que posea elementos
interiores antivibratorios que aíslen la batería de las vibraciones exteriores.
-Transpirable térmicamente.- Que permita
evacuar el calor generado y que la batería se mantenga a la temperatura
ambiente o no muy por encima de ella.
-Ignífugo.- Que detenga un eventual
incendio de la batería o una salida de gases incandescentes.
-Con los elementos necesarios accesibles.- Interruptor,
fusibles, conectores de carga y descarga, llave de seguridad, panel del estado
de carga, etc.
-Ligero.- Uno de los conceptos básicos
para la bicicleta eléctrica debe ser la ligereza y todos sus elementos han de
colaborar en mantener este principio.
En la práctica
lo que buscamos es un contenedor que mantenga un equilibrio lo mejor posible
entre estos elementos. Algunos ejemplos son los siguientes:
Contenedores rígidos
Contenedores flexibles
Saludos
La energía más limpia es la que no se consume