Una batería de
emergencia en el equipo puede ser una opción interesante para rutas largas o
bicicletas pesadas o simplemente para ciclistas que no posean una forma que les
permita pedalear sin asistencia eléctrica durante bastante tiempo.
Nosotros hemos
fabricado algunas con muy buen resultado, tanto, que yo suelo utilizarlas
habitualmente como única batería para la bicicleta por su ligereza.
Aunque se
pueden fabricar a medida y con distintas potencias máximas, capacidades, pesos
y dimensiones, como referencia para explicar sus características, podemos
utilizar la que para mí es más interesante por su relación calidad-precio-peso.
Se trata de una batería fabricada a partir de celdas Samsung de 3000mAh y con
capacidad para entregar corrientes de hasta 15A (máximas), lo que implica que
para un motor de 36V utilizamos una configuración 10S2P con sólo 20 celdas y un
peso en el entorno de los 1000g si no lleva BMS y poco más si lo instalamos, que es tan reducido que equivale a poco más que un bote de agua.
Se pueden fabricar de formas diversas, pero como referencia, sus medidas aproximadas pueden ser de unos 23 x 7 x 5 (cm).
Esta batería
puede desarrolla de forma continua potencias de más de 250W y puntalmente de
más de 1000W entregando al controlador hasta 30A si éste lo admite, por lo que
es ideal para motores de 250W nominales e incluso de hasta 1000W nominales a
condición de que tengamos claras estas cifras y que cuanto más potente sea el
motor, con más suavidad la utilicemos al llegar la emergencia.
Un ciclista
medio podrá hacer con ella unos 30Km, por lo que le podría sacar de cualquier
apuro.
Por todo lo
anterior se trata de una opción realmente interesante y a tener muy en cuenta
en nuestra equipación.
Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.