La bajada de temperaturas propias de la estación invernal hace que los
más indecisos dejen en casa la bicicleta, aunque bien abrigados no hay ningún
problema para seguir utilizándolas, sobre todo las eléctricas en las que si se
quiere, prácticamente no sudamos y no realizamos grandes esfuerzos, por lo que
mantener una temperatura sin altibajos es más fácil.
Precisamente para que nuestras máquinas estén perfectas, en invierno
hay que tener en cuenta varias cosas sobre su elemento más importante, las
baterías.
Las baterías llevan mal tanto el frío como el calor, de modo que a 20°C
es como mejor se encuentran …. prácticamente como nosotros, lo cual no
significa que no puedan trabajar en otras condiciones, teniendo en cuenta que
son más sensibles al frío y al calor en el proceso de carga que en el de
descarga. Esta dependencia de la temperatura es más acusada en nuestras
baterías de litio que en las de plomo ácido o en las de NiCd o NiMH.
Muchos usuarios guardan sus bicicletas en lugares en los que durante la
noche la temperatura puede caer bajo cero y aún así las dejan conectadas a sus
cargadores durante esos periodos. Esto no debe hacerse bajo ningún concepto,
pues además de que el proceso de carga se alarga al aumentan la resistencia
interna de las celdas y de que su capacidad disminuye, sobre el ánodo de las
celdas se forman depósitos de litio metálico que deterioran las celdas, hacen
disminuir sus prestaciones y en determinados casos pueden llevar a
inutilizarlas irreversiblemente.
No obstante, la mayoría de las celdas de Li Ion podrían cargarse bajo
cero a condición de hacerlo a tasas de carga ultrabajas y asumiendo una pérdida
de capacidad. Como la mayoría de los usuarios no disponen de cargadores que
adapten la tasa de carga a la temperatura de la batería, lo mejor es
simplemente no cargar bajo cero y cargar lentamente por debajo de 5 °C.
Hay
que señalar que aunque este comportamiento podría parecer similar al de las
baterías de plomo ácido o Ni Cd o Ni MH, no lo es, pues en esas baterías se
puede realizar la carga sin grandes problemas 18 o 20 bajo cero a condición de
ir disminuyendo la tasa de carga adaptándola a la temperatura, mientras que en
las de Li Ion lo que habría que hacer es practicamente reducir a cero la
intensidad de carga y además, exponiéndonos al deterioro de la batería.
Respecto
al caso contrario, las altas temperaturas, también afecta al proceso de carga,
aunque en este caso, es inusual que tales temperaturas se den por factores
ambientales, siendo más bien debidos a que el usuario procede a cargar la
batería estando caliente porque acaba de realizar un trayecto, por ejemplo. Tal
hábito no es aceptable y en otro artículo trataremos las limitaciones del proceso
de carga por elevadas temperaturas.
Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.